Miss Soledad

Si llaman preguntando por mi, dile que no estoy. Que me ido por ahí a dar un paseo de la mano de mi soledad. Y si quieres, cuéntale que haré. Cogeré la avenida más ancha de la ciudad, y la más soleada, e intentaré mostrarle algún rincón genial de los que siempre frecuento, y quizás con un poco de suerte, descubriremos algo nuevo que seguro que nos gustará.
Iremos a tomarnos un té o un café, como prefiera, seguro que le gusta o por lo menos creo que no dirá nada. Porque siempre me acompaña y vamos de la mano a todas partes, porque aunque no puedas verla, es mi mejor compañera de viaje, la que me entretiene haciéndome volar la imaginación y la que hace sacarme una sonrisa mirando a la nada.
Es comprensiva, sorprendentemente comprensiva como para no existir, y sabe cuando la necesito y cuando tiene que arrastrar de mi. Me ayuda a poner orden, para que no pueda irme por donde no debo, y me enseña el camino cuando no le veo.
Quizás, con un poco de suerte lleguemos a alguna sesión de cine, y sino, que más da, tampoco me importa porque hoy vamos sin rumbo, y no hace falta planificar nada. Porque lo único que quería era sacarla a pasear para que disfrutara tanto como yo del sol que está luciendo estos días en la ciudad.
Dile que no tardaré demasiado, que será breve pero que hoy necesitaba de mi.

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