Una mirada especial

Hace algún tiempo leí un libro en el que se explicaba la forma de engañar a nuestro cerebro respecto a las cosas que nos envuelven, o como mínimo a la manera en que las percibimos.
Es una prueba sencilla, y sólo requiere de un poco de concentración. Las cosas las vemos a una distancia x del perímetro del ojo. La prueba consiste en pensar que veis las cosas desde el interior del mismo, como si fueran dos  focos concavos que captan los colores, y vieramos las cosas un centímetro y medio desde el interior. Nuestro cerebro a través del nervio óptico hace el resto, para empezar ya no elimina ese centímetro y medio para tener una visión normal tal y como la entendemos.
A mi la primera vez me costó, pero un truco útil es bajar la barbilla, y es mucho más sencillo. Es recomendable hacerlo con objetos físicos, mejor que frente al ordenador.

Es muy curioso darse cuenta de esto, de lo perfectos que somos, y siendo consciente de ello, todo cambia, todo se convierte en una especie de cuadro bidimensional.

Yo todavía estoy en prácticas. Ayer en un bar volví a hacer la prueba, y mi entorno se convirtió en un cuadro, el objeto escogido fue un aplique con el alambre al rojo vivo pegado a mi cabeza. 

Esta bidimensionalidad de alguna forma me hizo pensar que quizás esa sea la clave del éxito, darle a las cosas la importancia justa, y saberlas ver con la perspectiva justa, un centímetro y medio de perspectiva.
En esta mínima distancia están las barreras que nos encontramos a nuestro paso.
Muchas veces, cuando me encuentro en una situación de encierro, me basta con pensar que estoy en una plaza con ocho calles que dan acceso a la misma. Cada una de ellas tiene un muro, que son cada uno de mis problemas y preocupaciones. Frente a él, intento asimilar que tengo el problema, porque sino no hay solución que valga, entiendo porque lo tengo y desde ahí puedo coger la carrerilla suficiente para saltarlo.
Yo ya tengo algunos muros, no sólo saltados sino derribados, en otros estoy en plena carrerilla, espero no partirme la crisma saltando.

Aqui teneis otro cuadro...bidimensional.