Con cita previa

Poco a poco voy cancelando la lista de citas pendientes que tenía para estos días. Eso es buena o mala señal según se mire.

Ayer acompañé a mi medio costillar al médico, nada especial, una cita rutinaria, todo bajo control. Como de costumbre, sabíamos a que hora entrábamos pero no a la que salíamos, y el hecho de ver que el médico de cabecera estaba de baja, hacía pensar que iba para largo. Al final, en total una horita desde que entramos hasta que salimos por la puerta, suerte que era la última hora de la tarde.

El caso es que sea como fuere, a pesar de las esperas, siempre salgo de allí con un relajo y desconectada de todo. Igual son las butacas, con las que te vas meciendo cada vez que alguien se sienta, o que hay un ambiente distendido que logra que puedas estar de cháchara los tres cuartos de hora con la gente que va llegando a pesar de estar aguantando durante todo el día al pesado de tu jefe.

Después de lo de ayer, acabé pensando que quizás ese es el ritmo óptimo al que tendríamos que ir, y que la aceleración a la que vamos durante el día es demasiado.

A raíz de este tema me viene a la cabeza la reflexión de un amigo mío cuando me dijo que iba a comprarse una moto para, según el, ahorrarse caravanas y tiempo en desplazamientos. Al final, lo que pasa es que gracias, o no, a  ella, se llena su agenda de más compromisos. Y yo me pregunto, no sería mejor que en vez de hacer más cosas al día, aprovechase para hacer, lo mismo para poder tener más tiempo libre?

Ay como nos podemos llegar a complicar nosotros solitos la vida!

Para sorpresa mía, la doctora sustituta era una chica alemana majísima, que cosas tiene la vida! Tengo que reconocer que no pude remediar pensar que carajo hacía allí trabajando. Y por cierto, nos puso al día de las novedades sanitarias, una vergüenza! a ver que pasa cuando vengan las pasas de gripes y todas esas cosas que pasan cada año, será divertido! 

 

 

 

 

  

Look del 4:

Shoes:Bimba y Lola

Jacket:Sandro

Jeans:Nolita

Shirt: Maje

Bag:LV